Taza taza cada uno a su casa
Mi blog de hoy habla de
las despedidas y el sentido del tiempo. Como enseñarles a nuestros hijos que
todo empieza y termina. Ellos nos demuestran que disfrutan de las rutinas y se
sienten mas seguros cuando conocen el camino. Como padres vamos incorporando
nuevos hábitos, y muchos otras costumbres que ya teníamos, van directamente a
ellos. Pero que pasa cuando como padres nos Cuesta ceder, o muchas veces
imponer una rutina para el bien de ambos. Siempre escuche de generaciones
anteriores el dicho, " la hora de las brujas" a la hora cuando se
esconde el sol. En ese horario cuando termina el día esta comprobado que hay
gente que tiende a deprimirse, esto es muy parecido a lo que pasa con " el
terror del lunes" y el pánico a empezar la semana. Todos estas mitos o
quizás verdades forman parte de nuestra relación con el tiempo y la rutina. Hay
varias teorías que atentan contra el factor sorpresa y dicen que sorprender
puede ser lo peor para un niño y su estado de animo. Pero que pasa cuando en la
rutina se instala algo negativo o se repite una y otra vez la resistencia a
despedirse. Cuando digo despedirse, esta en juego el volver a la rutina,
terminar una etapa, cambiar una actividad por otra o simplemente realizar
un saludo. Yo lo he intentado todo, mi hijo muy pocas veces a mi primera
propuesta del vamos accedió. A el pareciera que nunca le alcance el tiempo, así
haya estado cuatro horas en la plaza. Muy pocas veces quiere despedirse de un
amigo y hasta cuando estamos volviendo ya me dice que lo extraña. E intentado
preparar la despedida con anticipo, hasta use el vamos represivo y nada.
Adivinen que es lo único que logra la despedida? cuando le digo que en vez de
volver a casa seguiremos jugando en otro lado con otros amigos. Aunque no lo
crean para el un día perfecto es un salida infinita llena de interminables
escalas en lo de amigos y familiares. Alguna vez escuche que podría ser que
quizás el no disfrutaba en su casa pero esta teoría nunca aplico. No existe
alguien mas casero que mi hijo. En definitiva odia el camino de vuelta o
emprender el regreso, pero adora llegar y ama su rutina hogareña. Entonces
tratando de entender un poco y conociéndolo cada vez mas, me doy cuenta que
disfrutar de los cambios, de encontrar todo el tiempo nuevos amigos, de las
sorpresas que nos da la calle y el barrio lo heredo de sus padres. Muchas veces
queremos combatir cosas o dar vuelta situaciones que nosotros las llevamos al
limite. Hay que tener paciencia para educar y explicarles las mil veces que
sean necesarias la idea del tiempo. Si nosotros vivimos con intensidad y
alegría ellos también lo harán. Pero ellos son niños y el limite que nosotros
conocemos es lo que ellos tendrán que aprender si nosotros se los enseñamos. No
garantizo mi próximo blog tan pronto, hoy tengo planes de ir a la plaza y nunca
se si podré salir a tiempo para llegar a casa!
LIKE PAULA D
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